Si tuviéramos que definir en dos conceptos cuáles son las principales diferencias entre SEO y SEM, estos serían el dinero y el tiempo que involucra cada uno. Antes de comenzar con sus diferencias, vamos a explicarte lo que significa cada concepto.
El search engine optimization (SEO) se centra en mejorar la visibilidad de un sitio web en los resultados de los motores de búsqueda de forma natural u orgánica. Es decir, introduciendo keywords manualmente en los contenidos que publicas en tu web.
El search engine marketing (SEM) también posiciona un sitio web sobre otros, pero su método se basa en campañas de publicidad pagadas en buscadores y anuncios, que aparecen en las primeras páginas de resultados. Es un método mucho más rápido, pero con menos efecto a largo plazo.
Ambos tienen sus respectivos puntos a favor y en contra. Para que te quede más claro, te mostramos 5 diferencias que te ayudarán a decidir si debes utilizar SEO o SEM en tu próxima campaña.
Ya lo dijimos más arriba: si optas por el SEO no pagas dinero, pero deberás realizar una estrategia de contenidos en todo tu sitio web para posicionarlo dentro de los primeros lugares en los motores de búsqueda. Y habrás de hacerlo manualmente, cuidando tu contenido para agradar a los algoritmos de los buscadores.
El SEM, en cambio, implica un determinado cobro cada vez que el usuario hace clic en tu anuncio. Mientras más clics hagan, mayor será el costo, pero también aumenta la cantidad de usuarios que visitan tu sitio web y, por lo tanto, crecen las probabilidades de convertirlos en clientes de tu servicio. Este modelo de pago se conoce en el mercado como PPC (costo por clic). Tú pagas únicamente si las personas reaccionan al anuncio, y la fidelización de esos usuarios depende exclusivamente de lo que encuentren en tu sitio una vez que han llegado a él.
Si lo que buscas son resultados rápidos o no cuentas con demasiado tiempo para lanzar tu campaña, probablemente deberías considerar el SEM. ¿Por qué? Porque el trabajo que requiere optimizar un sitio web para posicionarlo orgánicamente puede ser muy superior a lo que imaginas.
Para lograr este objetivo, será necesario primero estudiar las palabras clave de nuestro negocio; aquellas que permiten que, cuando los usuarios realizan una búsqueda en Google, lleguen hasta nosotros y encuentren la respuesta a sus preguntas. Luego será necesario aplicar estos conceptos claves en los títulos y subtítulos, el cuerpo del texto de oferta y propuesta de valor, los pies de foto, las URLs, los metatítulos…
En cambio, el SEM es muchísimo más rápido en su implementación. Eliges el texto que quieres promocionar, el link donde dirigirás a los usuarios y las imágenes que mostrarás. Tras ingresar el número de tu tarjeta de crédito, segmentar al público y definir el tiempo que durará tu campaña, podrás empezar a ver resultados en pocas horas.
Este es un punto de gran importancia. Si queremos lograr resultados permanentes para nuestro negocio, la opción más conveniente y económica es el SEO. Todo el trabajo que realizas en tu web (definir las palabras claves, mejorar etiquetas, optimizar los contenidos y enlaces internos…) permanecerá en el tiempo y seguirá siendo rentable para ti, pero debes tener claro que se trata de una tarea meticulosa y que no proporciona un éxito inmediato.
Una vez que logres llevar tu contenido a los primeros lugares, podrás ver una mejora en distintas métricas (aumento constante del tráfico a tu web, consolidación de marca, incremento en tus ventas, etcétera) durante un largo tiempo. Después, solo tendrás que mantener esta tendencia frente a la competencia y preocuparte por aplicar los mismos criterios cada vez que actualices o subas nuevo contenido a tu web.
Por el contrario, una estrategia SEM es mucho más rápida en generar resultados. Pagarás una campaña y notarás cómo tu sitio, efectivamente, aparece en los buscadores… Pero se acaba el dinero que invertiste y desapareces del radar.
El trabajo que realizas con SEO requiere de tiempo y dedicación. Los buscadores como Google priorizan páginas web que tengan contenido de interés, que no se repita y que siempre esté actualizándose. Si consigues estos puntos tendrás visibilidad en los buscadores, pero si no, todo tu trabajo será en vano.
Para tener una mayor visibilidad con SEO debes tener claro que lo más relevante es el contenido que compartes. Llegarás a más audiencias y lograrás mayor impacto si realmente respondes las preguntas y solucionas los problemas de las personas. Redacción de calidad, relevancia, creatividad y novedad te mantendrán en la mira.
Incluso así, nada garantiza que tu campaña SEO esté siempre arriba. Dependes de factores externos como, por ejemplo, la estrategia SEO que esté haciendo tu competencia. Por eso decimos que, en igualdad de condiciones, lo más importante será tu contenido y cómo este puede marcar la diferencia.
La visibilidad que te otorga el SEM puede ser mucho mayor de acuerdo a tu optimización y presupuesto, pero también debes poner mucha atención al mensaje que entregas. Por más que estés pagando dinero, no puedes publicar cualquier cosa y tu contenido ha de tener una estrategia. Lo mejor es ponerte en el lugar de un cliente: si ves un producto en la primera página, pero no te llama la atención o no sientes que es para ti, ¿le darías una oportunidad?
Una última diferencia es el tráfico que puedes conseguir usando SEO o SEM. En el primer caso, tendrás visitas de personas que hicieron búsquedas generales que coincidan con los términos que optimizaste en tu sitio web. Con SEM puedes segmentar esas búsquedas, apuntando a potenciales clientes que tengan determinado rango etario, o que vivan en tu zona, para obtener visitas que puedas convertir más fácilmente en futuros clientes. Además, puedes hacer cambios sobre la marcha en el contenido de tu campaña si ves que no obtienes los resultados esperados.
En conclusión, no hay una respuesta definitiva para saber si es mejor SEO o SEM. Aunque existen diferencias y similitudes, para lograr el ansiado posicionamiento de tu sitio lo más recomendable es implementar una estrategia que utilice ambos como parte de un plan integral.